GRADO DE DIFICULTAD: MEDIO

INGREDIENTES PARA 4 RACIONES

1 kg. de alcachofas

400 gms. de almejas

2 dientes de ajo

2 cucharadas de harina

1 cucharada de vino blanco seco

60 ml. de aceite de oliva virgen

agua y sal

ELABORACION

Lavar bien las almejas en agua fría, haciéndolas chocar unas contra otras. Dejarlas cubiertas de agua con un poco de sal y si hay alguna abierta retirarla.

Preparar las alcachofas para lo que habrá que retirar las hojas exteriores, cortar las puntas (apretando se comprueba dónde termina el corazón) 3 ó 4 cm. y quitando los “flecos” duros  que tienen en el centro.  A medida que se van limpiando se van metiendo en agua fría para evitar que oscurezcan.

Disolver una cucharada de harina en un vaso de agua. Llenar con agua una cazuela grande y añadirle la sal y la harina desleída y poner a fuego fuerte, removiendo con una cuchara hasta que rompa a hervir. En ese momento se introducen las alcachofas y se dejan cocer durante 20-25 minutos (si se hace en olla exprés será suficiente con 6-7 minutos) . Se escurren y se conserva un poco del caldo de cocción. Una vez frías comprobar y si queda alguna hoja dura se recorta con una tijera. Cortar en mitades o en cuartos según el tamaño de las alcachofas.

Una vez bien lavadas las almejas, las ponemos a abrir en una sartén cubiertas de agua y el chorrito de vino blanco. Se ponen a fuego moderado y se van retirando a medida que se van abriendo. Conservamos el caldo y dejamos ambos a la espera.

Cubrir con aceite el fondo de una sartén y echar los ajos muy picaditos y un trozo de guindilla. En un poco del caldo de las alcachofas diluimos una cucharada de harina y cuando el ajo empieza a “bailar” en el aceite, lo agregamos a la sartén dando vueltas con una cuchara y añadimos también el caldo de las almejas pasado por un colador. Vemos que esta salsa empieza a engordar y añadimos las alcachofas troceadas. Comprobamos el punto de picante, retirando la guindilla si lo encontramos ya suficiente. Movemos la sartén y vigilamos el punto de espesor de la salsa, agregando caldo si es necesario. Dejamos que se haga a fuego lento unos diez minutos. Añadimos las almejas, el perejil muy picadito y tenemos al fuego un par de minutos más.

OBSERVACIONES:

Según el uso que se vaya a hacer de las alcachofas se les da una forma u otra.

Antes de servir se le puede echar unas gotas de un buen aceite de oliva virgen, que le añade un punto de sabor al plato.

Se suele recomendar frotar las alcachofas con limón y añadir zumo al agua de cocción para evitar que se ennegrezcan. Yo no le doy demasiada importancia ya que si las cubrimos rápidamente con agua evitamos el contacto con el aire que es lo que produce la oxidación. No obstante queda dicho, para que cada cual haga lo que le parezca.

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